Se cumple un siglo de la orquesta más grande de la música cubana: La Sonora Matancera. Todo comenzó en la casa de Valentín Cané, en Matanzas, Cuba en la que un grupo de músicos decidió emprender una aventura musical que se convertiría en un referente y hoy sigue latiendo con fuerza en un mercado en el que brillan géneros como el reggaetón o los ritmos marcados por la música popular o la mexicana.

Primero la llamaron Tuna Liberal, luego Septeto Soprano” y Estudiantina Sonora Matancera, antes de acoger el nombre con el que harían historia y que tuvo en sus filas a cantantes de la talla de Celia Cruz, Nelson Pinedo, Gladys Julio, Daniel Santos, Bobby Capó, Bienvenido Granda, Leo Marini., Vicentico Valdés, Alberto Beltrán, Celio González, Olga Chorens, Toña La Negra. Todos ellos bajo la dirección (desde 1948 hasta prácticamente poco antes de su fallecimiento, en el 2001), del guitarrista, cantante y empresario Rogelio Martínez Díaz.

Con la disquera  RCA Víctor de la Habana en 1928 la agrupación graba sus dos primeros sencillos:  Fuera, fuera, chino y  El porqué de tus ojos.  La Sonora Matancera adopta su nombre definitivo en el año de 1935. A partir de ese momento la agrupación iniciaría una abundante producción musical siendo su época dorada los años comprendidos entre 1947 y 1959.

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Hicieron más de mil grabaciones y hoy su música es considerada una joya entre fanáticos y melómanos. El historiador cultural Humberto Vélez Colorado, recordó en un artículo en este diario hace unos años que Según Guinness, es la orquesta más antigua del planeta, y la que congregó el mayor número de asistentes a un concierto, que se celebró a cielo abierto, en Santa Cruz de Tenerife en 1987.

Además, La Sonora Matancera constituye un caso único de vigencia musical en el mundo, según el criterio de historiadores como Héctor Ramírez Bedoya, José Portaccio Fontalvo y el novelista Umberto Valverde. Ellos recogen en sus obras la trayectoria de este elenco de solo nueve integrantes, que se convirtió en un icono de la cultura popular sin fecha de vencimiento a la vista.

En todos los capítulos de su historia deslumbró con la música y las canciones, quizá una de las épocas más intensas y más populares de su aventura fue cuando llegó Celia Cruz, en 1950, que puso a bailar a todo con canciones como El yerbero moderno, Burundanga, Juancito Trucupey o el bolero Tu voz, entre otros.

Pero lo cierto era que grabar una (o varias canciones con La Sonora Matancera, era alcanzar el tiquete para la fama y la vigencia musical). También se recuerda la canción del mismo género Se vende una casita, que inmortalizó Daniel Santos o la guaracha Loca, cantada por Myrta Silva que estuvo en la agrupación en 1949, pero duró unos meses; así como el paso de Bienvenido Granda-que grabó varios temas y convirtió en clásico Se Rompió el Muñeco-, pero son tantos éxitos, que La Sonora Matancera tiene planeada una gira mundial para recordarlos.

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Actualmente está conformada por el cantante colombiano Sady Ramírez, la vocalista cubana Lisett Morales, junot a Andrés Atxury, Balbino González y Joshua MT, con quienes grabaron el nuevo tema Llegó la sonora y esperan seguir presentando en los escenarios otros clásicos que recopilan el poderío de la agrupación decana de la música cubana para el mundo.

TOMADO: EL TIEMPO

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